Bernie Sanders –si, el socialista—ha capturado el corazón de los hispanos de los Estados Unidos, de hecho, los números rondan casi en el 45% de popularidad en ese demográfico. No es cosa pequeña. Esto ha causado mucha confusión entre la población conservadora del país, después de todo si el hispano es conservador, por qué ven con buenos ojos a un liberal socialista? Que acaso muchos hispanos no vienen huyendo precisamente de ese socialismo? Se les olvido las penurias que el socialismo generó en sus países de origen?
Antes de adentrar en el tema es necesario clarificar unos términos, y así, evitar confusiones. En los Estados Unidos (y en general muchas partes) usualmente se confunden terminologías políticas/económicas. El socialismo es un sistema donde el gobierno es el eje económico central (y dueño) de las vías de producción (o sea, las herramientas que una sociedad tiene para aspirar a ser prospera). El ejemplo socialista clásico actual es el satanizado Venezuela (o Cuba). El capitalismo es presentado como la alternativa moral al socialismo. Es un sistema donde impera el libre mercado y el rol del gobierno es limitado. Esto se debe a que el gobierno es visto como un mal natural pero inevitable, algo así como tolerar a un tío fastidioso en la familia que no puede ser negado, mas no se le da un lugar de relevancia. El capitalismo encuentra la glorificación máxima en Los Estados Unidos seguido de la Europa Occidental. Los politicos presentan a las sociedades socialistas como ejemplo de la miseria y el capitalista como lo opuesto dado a que ellos son felices debido al acceso al libre mercado. Este concepto es repetido como mantra por políticos conservadores…y están equivocados. Primero, ningún gobierno es 100% capitalista o socialista. La China socialista pudo crecer económicamente debido a que adopto medidas capitalistas, mientras que el mayor empleador en los Estados Unidos es el Gobierno Federal! Segundo, el capitalismo NO es lo mismo al libre mercado (eso es tema para otro blog que vendrá después). Tercero ambos bandos exaltan las virtudes de sus sistema mientras que minimizan los defectos del mismo a la vez. Cuarto –y este es muy importante—el socialismo es herejía, es incompatible con la fe Católica, así de simple.
Ahora sí, de vuelta a los hispanos con Sanders. La atracción de Sanders no se debe a sus matices socialistas, si no a 3 puntos clave que le han ayudado en su percepción en la comunidad. Primero, Sanders logro conectar con gran parte de los hispanos haciéndoles entender que para él, ellos no representan una carga o son una mascota electoral. Gracias a la migración ilegal el republicano usa a los hispanos como la mascota electoral predilecta. Su posición figura en el repertorio de villanos culturales de la actualidad haciendo una función antagónica, como un tipo “coco” que espanta a un electorado conservador. Esto, obvio, no sienta bien con los hispanos. Segundo, Sanders ofrece educación garantizada (y el borro de la deuda de los préstamos a los estudiantes). Un graduado americano comienza su vida laboral debiendo (y bastante). La percepción es que los republicanos no velan por el interés del estudiante pero sí el de las instituciones financieras y sus prácticas de prestamos predatorias. Tercero, la salud. En un país donde la salud es un negocio y algo que literalmente ha mandado a las familias a la quiebra financiera, Sanders ofrece una falsa esperanza prometiendo un sistema de salud que limitaría los precios y aumentaría la calidad. En una comunidad donde la familia y salud van de la mano esto se convierte en un punto de interés. No defiendo el sistema de salud actual, de hecho urgen cambios, pero no quiere decir que lo que propone Sanders es la solución. Con todo y eso, al parecer el hispano le tiene más miedo a la bancarrota que a largas líneas de espera en un consultorio…
Entonces es Sanders bueno para los hispanos? No... y nunca lo será. Sanders solo entiende el punto débil de la comunidad, mas no significa que sus valores se alinean con ese electorado. En un mundo donde los medios y su constante agenda liberal imperan, el secularismo es militante (y creciente), y la negligencia republicana no muestra interés ha hecho que Sanders avance en popularidad sin un solo obstáculo. El reto para el hispano es no dejarse manipular por los chantajes emocionales que ambos partidos les ofrecen, mientras uno lo provoca por medio de insultos y el otro lo hace por medio de falsa clemencia. Cuando la comunidad hispana entienda eso, se convertirá en un electorado maduro y con verdadero acceso al poder.
Pax et bonum,
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